Premios y castigos
Escrito por: Lic. Yessica Arzate G.
Los premios son una practica nociva que condiciona la conducta de los niños de tal forma, que posteriormente es muy difícil influir en ellos sin darles o pagarles por conductas positivas. Por otro lado, los castigos también son una práctica condicionante y nociva para los niños, ambas propician la doble moral y la mentira.
Encontrar alternativas inteligentes para disciplinar a los hijos, es una necesidad fundamental para fomentar una educación basada en valores y no en miedos.
¿Porque se consideran como practicas nocivas los premios y los castigos en los niños?
Los premios propician la doble moral, es decir que los niños aprenden actuar de tal forma que les convenga para obtener algo, funciona como una especie de compra y venta de buena conducta; yo te pago y tú te portas bien, pero ¿Qué pasara el día que tú como padre no quieras o no puedas dar un premio? Simplemente el niño dejara de sacar buenas calificaciones, dejara de portarse bien, etc. Porque ya no va a obtener un beneficio que tu le condicionaste. No generes en tus hijos la doble moral y no les quites su autenticidad. Si quieres reconocer una buena conducta, basta con que hagas un reconocimiento verbal.
El reconocimiento verbal: debe ser breve, sincero, cálido o cariñoso y oportuno.
¿Que sucede con los castigos?
Un castigo es una sanción dolorosa, desvinculada del acto realizado, muchas veces desproporcionada a su importancia, en un intento fantasioso por producir una supuesta reflexión, es decir, creemos que con el dolor se crea conciencia. Los castigos lo único que generan es, que tu hijo aprenda a mentir y que se convierta en un adulto irresponsable. Lo que tu hijo necesita es que le ayudes a solucionar el problema y le proporciones los medios para hacerlo.
Existen dos tipos de factores que intervienen en la conducta de los niños: Factores externos y factores internos.
Los factores externos: se refieren a que el niño no asume las consecuencias de sus actos y busca pretextos para justificarse por todo, por ejemplo: "No termine mi tarea, por que mi hermano no me dejo".
Los factores internos: se refieren a que el niño asume las consecuencias de sus actos. Por ejemplo: "No pude terminar mi tarea, por que me quede dormido".
Así como también existen factores que intervienen en la conducta de los niños, también existen factores que intervienen en la conductas de los padres, los cuales provocan cometer errores comunes cuando un hijo ha tenido un logro, estos son: No reconocer, exagerar y adular.
No reconocer: en este punto como padres usamos pretextos como: "Es su obligación", "No haces otra cosa". Es importante dar reconocimiento, porque muchos niños sienten que hagan lo que hagan, nunca sera suficiente para sus padres y como consecuencia baja su autoestima, se hacen inseguros y dejan de esforzarse.
Otra parte de no reconocer se refiere a: “Si, pero…" En este punto se junta la felicitación con la recriminación, es decir que, tu hijo no lo hizo como tú esperabas. Por ejemplo: "Felicidades por tu nueve pero tu eres de diez". Evita como padre asumir conductas y mejor aprende a reconocer el esfuerzo.
Otro error común es el adular: el adular de forma exagerada puede fomentar la soberbia.
Y por último tenemos Exagerar: como padres en ocasiones tendemos a caer en discursos moralizadores. Recuerda un reconocimiento debe ser: breve, sincero, cálido o cariñoso y oportuno.
Diferencias entre premio y reconocimiento:
Un premio condiciona para que algo se haga.
Un reconocimiento celebra lo que se hizo sin haberlo condicionado.
Los premios se basan en la obtención de un objeto o un privilegio.
El reconocimiento se basa en la satisfacción de haber realizado algo que era bueno.
En los premios si no se obtienen, no se repite la conducta deseada.
En el reconocimiento hay mas posibilidad de que se repita la conducta en la medida que produce satisfacción personal.
En la educación no deben existir ni premios ni castigos, sino actos y consecuencias, como padres de familia tenemos el deber moral de hacer que nuestros hijos se hagan responsables de sus actos y asuman sus consecuencias. Con las consecuencias verificamos el cambio de los actos del niño, para evitar que no se repita la acción. Un niño que aprende asumir las consecuencias, aprende a resarcir, aprende a tomar sus decisiones y emocionalmente es un niño seguro.
"Reconoce verbalmente y fomenta los valores en tus hijos".
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