¿Qué implica la comunicación asertiva en mi vida?
¿Cuántas veces has dicho si cuando internamente
quieres decir no o viceversa?
¿Cuántas veces has evitado dar tu opinión para
evitar conflictos o críticas?
¿Cuántas veces has iniciado conversaciones que
terminan en discusión?
¿Cuántas veces te has arrepentido de algo?
Como seres humanos en ocasiones tenemos
comportamientos que van en contra de quienes somos o son lo contrario de
nuestros deseos, esto se debe a que no somos asertivos. No nos estamos
enfocando en quienes somos realmente por la necesidad de adaptarnos y ser
aceptados dentro de un grupo en la sociedad o, por otro lado, queremos imponer
nuestras ideas sobre los demás ante esto, podemos tener comportamientos
agresivos o pasivos.
Cuando nos comportamos de manera agresiva,
queremos imponer nuestras ideas y/o acciones, queremos forzar nuestra
perspectiva ante los demás. Este comportamiento se caracteriza por ser
invasivo.
Por otro lado, cuando nos comportamos de manera
pasiva, evitamos hablar o expresar nuestras ideas u opiniones para evitar
conflictos y querer mantener la armonía con las personas con las que convivimos
diariamente. Este comportamiento se caracteriza por la falta de acción.
Sin embargo, nuestra conducta varía de un momento a otro teniendo una conducta péndulo. Podemos comportarnos de manera pasiva por un tiempo con el objetivo de evitar conflictos u obtener críticas sobre nuestras ideas o, en su defecto, enfermamos nuestro cuerpo. Por lo general, terminamos explotando en algún momento porque vamos guardando sensaciones de frustración por no poder expresar lo que sentimos o pensamos y nos vamos llenando de malestares e incomodidades en nosotros como una “olla de presión” y cuando llega el momento herimos a las personas provocando después sentimiento de culpa con nosotros mismos.
Solo en algunos casos debido a las constantes
sanciones que obtiene una persona por comportamientos agresivos terminan siendo
sumisas.
La asertividad nos ayuda a expresarnos de manera
segura y confiable ante los demás sin herir ni generar conflictos en los demás,
pero siempre defendiendo nuestros derechos. Este comportamiento se caracteriza
por fortaleza y justicia.
Las personas asertivas no tienen nada que
demostrar porque se han tomado el tiempo para conocerse, aceptarse y ser como
realmente son, reconocen su capacidades y sus límites. Son personas directas y
concretas, pueden decir Sí con seguridad y NO de manera confiada. Reconocen su
valor propio, son humildes y aceptan retroalimentaciones y criticas constructivamente,
así como también, reconocen que todas las personas son diferentes con
capacidades y habilidades diferentes.
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