¿QUÉ PASA CON LOS NIÑOS A LOS DOS AÑOS?
A partir de los 18 meses notas un
cambio en tu hijo, ya no es el bebé que vistes, que eliges su ropa o que le das
de comer o le ayudas a caminar, esa etapa quedó atrás, ahora comienza la nueva
etapa de la AUTONOMÍA. A los dos años, los niños recurren a
estrategias que pueden hacer perder la paciencia a cualquier padre o madre como:
llorar, hacer berrinches, pataletas, gritos, y su palabra preferida es “NO”. Es
una etapa normal en su desarrollo, la primera de una serie de períodos de
rebeldía que vivirá tu hijo. Y sí, es una temporada de mucho desgaste para los
padres, pero es una etapa llena de grandes aprendizajes y retos para él. En
este artículo te diremos porque actúan así y te daremos algunos consejos útiles
que te ayudaran a entender mejor a tu hijo.
¿POR QUÉ?
Desarrollo cognitivo (lo aprendido):
El niño a sus dos años su
cerebro está completamente formado, comienza a establecer sus primeras
relaciones con el mundo exterior y aprende a adaptarse a situaciones nuevas, no
sólo utilizando los esquemas que ya poseía, sino experimentando formas nuevas.
Ya no se limita a repetir acciones aprendidas. Es muy inquieto y curioso y
amplía considerablemente sus posibilidades exploratorias cuando aprende a
caminar, siente inquietud y deseos por conocerlo todo.
El niño aprende la función de
los objetos que usa cotidianamente y sabe darle a cada uno el uso que le
corresponde. Progresivamente irá interiorizando algunas prohibiciones, algunas
normas, y es fundamental tener criterios sólidos sobre ellas porque así
estructurarán y aprenderán pautas de
comportamiento.
Entre los 18 meses y los 3
años, la personalidad se reafirma de forma clara. Pero el niño está
constantemente dividido entre su deseo de autonomía y su sentimiento de
dependencia de sus padres.
El niño a los 2 años soluciona
los problemas que se le plantean en su vida cotidiana por ensayo y error. Imita
todo lo que ve y sus imitaciones se asemejan cada vez más al modelo. Conoce
diferentes partes de su cuerpo, señala los objetos de su entorno próximo cuando
se los nombramos y reconoce imágenes familiares.
Esta es una etapa fundamental
para el aprendizaje en la que hay que aprovechar su insaciable curiosidad para
enseñarle cosas nuevas. Debemos saber captar sus intereses ya que es capaz de
permanecer mucho tiempo observando lo que llama su atención.
LOS GRANDES APRENDIZAJES
Ahora tienes un explorador al
máximo sin el sentido del peligro (no es algo con que se nazca instintivamente)
y dispuesto a involucrarse en todo, tu trabajo en esta etapa, es garantizar su
seguridad, ya que la mayoría de los accidentes ocurren en casa, por lo
tanto, no implica solo mantener a tu
hijo seguro y en un ambiente seguro sino que también tienes que enseñarle a
cuidarse y aprender a evitar el peligro dentro y fuera de casa. Esta etapa es
de grandes aprendizajes para el niño, ya que aprende a controlar sus
esfínteres, su vocabulario se enriquece día a día y construye frases, aprende a
brincar, baila, aprende a pedalear en un triciclo, comienza con la higiene
personal, comienza a vestirse y comer solo, su capacidad de memorización se
desarrolla, explora y conoce su cuerpo, comprende ordenes, aun prefiere jugar
solo a pesar de reconocer a otros niños. Es una etapa de transformación enorme
en el cual tu papel como madre o padre
es vital para el niño.
¿QUÉ PROVOCA LOS BERRINCHES EN LOS NIÑOS?
Recuerda que en esta etapa el
niño imita todo lo que ve y en busca de su autonomía, el niño se percata de que
puede realizar diferentes actividades sin tu ayuda, se empeña en manifestar sus
preferencias y tomar sus propias decisiones para reafirmar su personalidad y
demostrar que tiene control sobre su entorno. Las rabietas violentas y las
conductas agresivas suelen ser frecuentes. Atrapado en sus propias
contradicciones, se opone a los padres para intentar reafirmarse. Durante este
periodo agitado, conviene ofrecerle una ambiente familiar firme y a la vez
flexible.
Cuando el niño se da cuenta
que tiene límites propios de su edad, que no le permiten realizar ciertas actividades como lo hace un adulto o un
hermano mayor, se frustra y de ahí parten los berrinches. Otro punto que
provocan las rabietas es que, no les agradan las normas, para ellos es
frustrante dejar de jugar para atender una indicación por parte de los padres.
Los berrinches o rabietas son
una manifestación del conflicto interno que vive el niño, atrapado entre el
deseo de independencia y la necesidad de mantenerse unido a sus padres.
¿QUÉ PASA CON SUS EMOCIONES?
En esta etapa aparte de su autonomía también esta
luchando por otra conquista que es, conocer sus emociones. Sabe expresar que le
gusta y que no, es importante como padre o madre aceptar y respetar sus
preferencias, ya que esto juega un papel importante para el inicio de la
autoestima en tu hijo.
Ponle nombre a cada una de sus emociones, estás enojado, feliz, triste, para
que aprenda a identificarlas. Sus emociones las puede expresar mediante
palabras de felicidad o desapruebo o con lenguaje corporal lo que le agrada y
desagrada, está la manifiesta con berrinches.
Te has preguntado ¿Por qué tiene más berrinches con los
padres que con otras personas? Porque empieza a comprender mejor la diferencia entre el “yo” y el
“otro” a través de la relación con sus adultos de referencia, es decir, sus
padres. Y como solo se atreve a experimentar sus sentimientos dentro de un
vínculo seguro, las reacciones típicas de esta etapa afloran a menudo con los
padres y pocas veces en la guardería u otro lugar donde no están presentes los
padres. Así que, esto es buena señal porque indica que hay un apego positivo y
un desarrollo emocional sano.
¿QUÉ DEBO HACER?
- Enséñalo a tolerar la frustración. ¿Cómo?, No cedas ante sus exigencias por pena o, simplemente, por no escucharlo.
- Se paciente, esta etapa es transitoria y desaparecerá alrededor de los 3 y 4 años.
- Permítele elegir, comida, ropa, juguetes, etc.
- No te tomes personal los berrinches de tus hijos, esto hará que reacciones negativamente.
- Evita gritar, ante un berrinche debes dejar que se calme y posteriormente con voz cálida pero firme habla con él.
- Da instrucciones claras y precisas.
- Anticipa con tiempo algún cambio, por ejemplo: En 5 minutos nos vamos a dormir para descansar y mañana seguir jugando.
- Elógialo cuando tenga una actitud colaborativa.
- Cuida tus gestos y vocabulario, recuerda que ellos imitan lo que ven o escuchan.
- Evita los castigos y los premios, mejor haz un reconocimiento verbal por su buena acción.
- Evita los golpes, un golpe demuestra tu falta de control ante tus hijos, enséñales a manejar el autocontrol.
- Dale afecto, un ritmo de vida equilibrado, limites tranquilizadores y razonables. Esto le ayudara a abandonar sus contradicciones y a aceptar su realidad.
- Permítele que te ayude, permítele que se ensucie, permítele que se moje, PERMÍTELE QUE DESCUBRA EL MUNDO CONTIGO.
Educa con AMOR, recuerda que tú también fuiste
niño y como disfrutabas divertirte, haz que tu niño interior se haga cómplice
de tu hijo, de esta forma disfrutaras esta y todas las demás etapas al máximo.
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